Discurso estudiante Sr. Lucas Cayul en Ceremonia de Licenciatura de Cuarto Medio Generación 2022
«Buenos días a todos los presentes; Sr. Director, Profesores, Asistentes de la Educación, apoderados, compañeros y a todos los que conforman este proyecto educativo.
Es un honor para mí estar aquí frente a ustedes, representando a mi querida Generación 2022; hoy hemos finalizado una gran e inolvidable etapa de nuestras vidas, donde conocimos grandes amigos que nos ayudaron y acompañaron en esta travesía, con quienes vivimos momentos llenos de risas, alegrías, penas y frustraciones, también tuvimos la suerte de conocer a profesores incomparables, que estuvieron siempre dándonos su apoyo, cariño y brindando su ayuda para que logremos ser mejores personas en nuestro día a día. Agradezco de corazón a nuestros docentes, aquellos grandes profesionales, quienes nunca nos dejaron solos en este arduo camino; gracias por habernos insistido y motivado para aprender más, gracias por responder mensajes a horas inapropiadas o fines de semana y por sobre todo por no haberse rendido frente a nuestra desmotivación. No podemos dejar de lado a nuestras queridas inspectoras Jimena, Pamela, Carmen Gloria y Gladys, que siempre estuvieron ahí como una segunda madre, salvándonos cuando teníamos un problema, consolándonos cuando estábamos tristes y dándonos su amor en todo momento, siempre tratando de solucionarlo todo.
También agradecer a los tíos y tías de la limpieza, que siempre mantuvieron nuestro liceo limpio y hermoso, quizás nunca se los dijimos, pero valoramos su gran trabajo; gracias por su gran labor y generosidad.
Siento nostalgia al pensar que llegamos siendo unos niños tímidos, revoltosos y desordenados. Y hoy nos vemos convertidos en unos jóvenes que han superado retos, que se han dado el valor de seguir adelante pese a las dificultades, por eso y mucho más siento admiración por cada uno de ustedes amigos y compañeros, pasamos por un estallido social y una pandemia que nos afectó emocionalmente a todos, acrecentando nuestros problemas económicos y sociales, pero aun así no bajamos los brazos, todo lo contrario, eso nos dio fuerzas para superarnos y aprender el sentido de la empatía, compañerismo y paciencia. De pronto llegamos a tercero medio y volvimos a reencontrarnos; nunca olvidare los bellos momentos que viví junto a ustedes, las risas en sala, las vueltas en los pasillos, nuestros actos de rebeldía, los partidos de vóley, y como olvidar el bingo, donde trabajamos arduamente todos los cuartos medios para cumplir nuestro objetivo: nuestra tan anhelada gala. Sin duda fueron momentos tensos y de mucho trabajo, pero nos emociona recordar como el profesor Ramón corría de un lado a otro para finalizar de la mejor forma nuestro cometido, para darnos la más bella y significativa de las despedidas; muchas veces lo vimos como un profesor serio, pero demostró ser una gran persona que se la juega por sus alumnos y que se preocupa por hacernos sentir importantes. Otro momento inolvidable fue nuestra última celebración de aniversario donde hubo risas, nervios pero sobre todo felicidad, donde quedamos sin voz de tanto dar el corazón en las competencias, y además disfrutamos de poder unirnos como comunidad y ver a nuestros profesores compartiendo con nosotros.
Si alguien me preguntara ¿Con que me quedo de mi querido liceo? Sin duda la respuesta seria: con el apoyo recibido por nuestros profesores, con el cariño, con el poder ser yo sin que nadie me cuestione. Quizá no fuimos los mejores estudiantes en el ámbito académico, pero nuestro liceo siempre nos trató con respeto y como personas con sueños y anhelos que hay que proteger. Ahora que me voy le encuentro sentido a la frase “El liceo es tu segundo hogar”, donde sientes ese calor de amor y comprensión; recuerdo el frio invierno donde llegamos muchas veces mojados por la lluvia, algunos por caminar kilómetros para alcanzar la micro de traslado, pero al entrar siempre había personas que encontraban la forma de hacernos sentir cómodos, secando nuestra ropa o simplemente facilitándonos prendas secas. También recuerdo los consejos y muestras de afecto de la profesora Maritza, ella nunca se cansó de darnos cariño y de tratarnos como verdaderos hijos. Ahora que lo pienso, sin duda fue nuestro segundo hogar.
Me saco el sombrero por ustedes compañeros, nunca se los dije pero admiro su fortaleza, no solo por las lluvias sino además por las pérdidas y dificultades que tuvimos en el camino.
Agradezco a nuestros padres y apoderados por insistirnos en terminar nuestros estudios, por el sacrificio de levantarse temprano y acostarse tarde para que a nuestro hogar nunca le falte nada, por enseñarnos valores y educarnos para ser personas de bien.
Ahora ya estamos aquí, hemos finalizado una etapa de nuestras vidas, no puedo negar que siento miedo e incertidumbre por lo que vendrá. Miedo por ser adultos, por tener responsabilidades y por ser los protagonistas de guiar nuestras vidas. Realmente no sé cómo enfrentaré el futuro, pero lo que sí les puedo decir es que nunca bajen los brazos, sigan adelante con entusiasmo y carisma, que nada ni nadie les corte las alas. Cumplan sus sueños y no se olviden de ser felices.
Hasta siempre mi querido INSUCO, gracias por todo lo vivido.
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